Invertir en nosotros


Le pondrían al motor de su automóvil aceite para cocinar si está más barato que el aceite para coche? Por supuesto que no, hacerlo dañaría el motor, pues ese aceite no está diseñado para mantener su viscosidad a las altas temperaturas que se mueven los pistones de un auto. Así, con tal de prolongar la vida de nuestro vehículo, invertimos un poco más de dinero, pero adquirimos el aceite adecuado.
Me impresiona que aunque comprendemos esta lógica no la aplicamos con nuestro cuerpo y mente. Frecuentemente ingerimos comida chatarra y pseudo alimentos que nos quitan el hambre pero dañan nuestro organismo. Comemos cualquier cosa mientras tenga un sabor agradable sin considerar si perjudica o beneficia nuestro organismo. Consumimos golosinas y gaseosas con alto contenido de azúcar; frituras con grasa saturada; bebidas alcohólicas de manera desmedida; carbohidratos simples al por mayor e incluso nicotina, sin reflexionar que nuestro cuerpo, al igual que el automóvil, es una maquinaria que reducirá o prolongará su vida dependiendo del trato que le demos y los alimentos que ingerimos. Nuestro cuerpo es la herramienta que poseemos para trasladarnos y comunicarnos con los demás. Hasta que padecemos una enfermedad valoramos lo importante que es tener salud.
Si eso es respecto a nuestro cuerpo, me pregunto cómo estamos alimentando nuestro intelecto. ¿Qué leemos?,  Seguir leyendo...

No hay comentarios:

Publicar un comentario